Aunque no has nacido en Cádiz
y hayas nacido en otras ciudades
sin saber la razón
un día se engancharon a los carnavales,
te miran a los ojos,
dicen orgullosos: "soy carnavalero",
porque en su calendario empieza el año nuevo
en el mes de febrero.
Es su pasión y forma parte de su vida,
es una droga que su sangre necesita,
el carnaval le abrió las puertas a la Tacita,
en sus escapaitas vienen a descubrir.
Empieza la preliminar con los nervios pa escuchar,
retumban sus corazones y visitan tus rincones
pero a través de las coplas,
después peregrinan aqui,
te necesitan sentir
y cuando hablan de su Cádiz se les llena la boca.
Donde quieras que estés esta noche
escuchando este pasodoble
espero que te llegue al alma
este aplauso que hoy te manda el Falla.
A ti porque el nombre de Cádiz llevas por bandera,
tú que eres la prueba
que los carnavales no tienen frontera,
gracias por querer a mi fiesta,
por querer a mi gente,
por querer a mi tierra.
Cuando llegas al trabajo,
por la mañana llega la alegría,
me pongo hasta nervioso
cuando tú me miras
y das los buenos días.
Aunque hace ya algún tiempo
somos compañeros y trabajamos juntos,
me duele el pensamiento
del presentimiento,
que nos separa un mundo.
Llevo en mi mente tu carita y tu sonrisa,
pienso en tus manos y me imagino tus caricias,
siento a diario que me sube en una nube,
tu aliento, tu perfume y el roce de tu piel.
Y así es como me enamoré,
casi casi sin querer,
pero yo siento al mirarte
el deseo de besarte y de decirte que te quiero.
Y que siento celos de tí si te veo sonreír,
y cuando te veo hablando con algún compañero.
Aunque el amor de nada entiende,
el espejo me recuerda siempre
que el mío es un amor prohibío,
y jamás será correspondío.
Yo soy un síndrome de Down
y tras esta fachada
que se entere el mundo
que hay una persona, un hombre que te ama,
y te he escrito en esta carta
lo que no me atrevo a decirte a la cara...
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